lunes, 16 de noviembre de 2009

FIEBRE TIFOIDEA

La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa producida por bacterias del tipo Salmonella typhi y Salmonella paratyphi A, B o C. Fue descubierta en 1880 por el Patólogo Alemán Karl Joseph Ebert y en 1897 Almroth Edward Wright desarrolló la primera vacuna.

Están registrados unos 16 -33 millones de casos en el mundo, llegando a causar entre 500.000 y 600.000 muertes. Es muy poco frecuente en los países desarrollados (España 0.25 casos por cada 100.000 habitantes) pero si en los subdesarrollados como Asia, América del sur y África. Es más habitual en personas de 5 a 19 años.

El parasito entra a nuestro organismo vía digestiva, luego las bacterias llegan al intestino delgado y se multiplican durante 3 ó 4 días para finalmente introducirse en los vasos sanguíneos. Posteriormente se va localizando en diferentes órganos produciendo inflamaciones y fenómenos necróticos (muerte de tejidos). Finalmente las salmonelas son eliminadas por las heces.




TRANSMISIÓN

La transmisión se da en zonas de poca higiene y se puede producir de tres diferentes maneras:
  1. Por el contagio directo fecal-oral. Las aguas fecales de una persona contaminada entran en contacto con una persona sana.
  2. Mediante la ingestión de agua o alimentos contaminados anteriormente, ya bien por aguas contaminadas (es el caso de los moluscos) o por alimentos infectados en su manipulación (destacan los derivados lácteos, los mariscos que crecen en lugares cercanos a puntos de eliminación de las aguas residuales, las verduras regadas con aguas fecales, los huevos, etc).
  3. Las moscas también pueden actuar como transmisores, pero no es algo frecuente.




PREVENCIÓN

-Vacunas
  • Hay tres vacunas conocidas para tratar las fiebres tifoideas, aunque solo están recomendadas dos por La OMS(Organización Mundial de la Salud) la vacuna viva oral Ty21a y la vacuna inyectable Vi capsular polysaccharide (ViCPS). Ambas protegen en el 50-80% de los casos.
  • La tercera y no recomendada por La OMS está elaborada por células muertas y se utiliza en países subdesarrollados. Su uso no es recomendable ya que tiene una alta tasa de efectos secundarios (principalmente dolor e hinchazón el área de inyección)

    -Saneamiento e higiene
  • Instalaciones de fuentes de aguas potables.
  • Buen tratamiento de aguas y basura.
  • Higiene básica, como lavarse las manos antes de comer o cocinar.
  • Buen tratamiento de alimentos, bien cocinados con el agua bien hervida, y manteniéndolos alejados de los focos de infección.
  • En caso de que una persona ya padezca la enfermedad se recomienda aislarlos, sobre todo si trabajan como manipuladores de alimentos. Se debe desinfectar la vajilla utilizada por el paciente, así como sus restos alimenticios y excrementos.



SÍNTOMAS

La fiebre tifoidea comienza después de un periodo de incubación de una a tres semanas con una serie de síntomas entre los que destacan, por su frecuencia, cefaleas, pérdida del apetito, malestar general, sudoración profusa, estreñimiento, hemorragias nasales, etc. Al final de la primera semana la fiebre asciende para mantenerse entre 39 y 40ºC.

Los síntomas relevantes en este periodo afectan diversos aparatos y sistemas:
  • Bucofaringe: lengua húmeda y blanquecina. Úlceras en el paladar indoloras.
  • Aparato cardiovascular: disminución del ritmo cardiaco, contrastando con la habitual taquicardia producida por la fiebre.
  • Sistema nervioso central: sensación de indiferencia o apatía, delirio, agitación, somnolencia durante el día y insomnio durante la noche, etc.
  • Aparato digestivo: inflamación del hígado y bazo. El estreñimiento aparece en los primeros días, pero luego deja paso a la diarrea de color amarillo verdoso.
  • Piel: en algunos enfermos se observan erupciones rosadas en el pecho, abdomen, tórax, muslos y miembros superiores.



DESARROLLO DE LA ENFERMEDAD
  1. Primera semana: sube la fiebre lentamente, malestar general, tos, dolor de cabeza, leucopenia, etc.

  2. Segunda semana: la fiebre llega hasta los 40º, aparición de las erupciones rosadas que no producen picor, respiración agitada, delirio, agitación, bradicardia, etc.

  3. Tercera semana: empieza a ser necesario el tratamiento ya que la fiebre continúa alta, se dan infecciones e inflamaciones de tejidos con acumulación de pus, hemorragias intestinales y perforaciones que pueden dan lugar a peritonitis, etc.

  4. Finales de la tercera/principios de la cuarta semana: después de obtener el tratamiento la temperatura corporal se va normalizando, pero el cuerpo del paciente todavía continua débil hasta su recuperación total.



DIAGNÓSTICO

Se efectúa por aislamiento del germen a partir de la sangre y de las heces.
  1. Hemocultivo: se cultivan muestras de sangre. En la primera semana de enfermedad el 85-90% de resultados son positivos, y va decreciendo en la segunda y tercera semana.

  2. Coprocultivo: se analizan las heces del paciente. La positividad es muy alta en las 2-4 semanas, permaneciendo positivo en portadores crónicos. Un solo coprocultivo negativo no descarta la enfermedad, pues las salmonelas se eliminan de manera intermitente.

  3. Serología: se analiza el suero del paciente. El porcentaje más elevado se da entre la 3-4 semana.



TRATAMIENTO

Hasta que se certifique por laboratorio la eliminación total del agente, el tratamiento consiste en llevar dieta blanda (por la diarrea), en la reposición de los electrolitos por vía intravenosa por miedo de deshidratación y sobre todo en la ingestión de antibióticos como el cloranfenicol, cotrimoxazol, ampicilina, etc.

Resulta eficaz en casi el 100% de los enfermos tratados.




PRONOSTICO

En la actualidad, la fiebre tifoidea es una enfermedad de evolución benigna si se la trata precozmente.
El tratamiento ha reducido la tasa de mortalidad desde un 10-30% a un 1%.




DESARROLLO DE LA ENFERMEDAD A LO
LARGO DE LOS AÑOS Y ESTADO ACTUAL


El año que más muertes produjo las fiebre tifoideas fue 1891 cuando la tasa de mortalidad fue de 174 casos por 100.000 habitantes. La más notable portadora de la fiebre tifoidea fue Mary Mallon, fue la primera portadora identificada y vigilada. Se cree que contagió la enfermedad a centenares de personas ya que trabajaba como camarera en Nueva York.

En España la última gran epidemia se dio en Barcelona en 1914. La epidemia causó 2.500 muertes y se debió al agua contaminada procedente de Moncada.

La última epidemia conocida se dió en la República Democrática del Congo entre 2004 y 2005, se dieron más de 42.000 casos, de los cuales murieron 214 personas.

Según los datos de que dispone la Dirección General de Salud Pública, el número de casos por 100.000 habitantes ha descendido en España durante las últimas décadas. La tasa de incidencia se cifra entre 12 y 14 casos por cada 100.000 habitantes. Aproximadamente cada año se declaran unos 5.000 casos, una cifra probablemente bastante inferior a la real.








VIDEO RELACIONADO.
MARY LA TIFOIDEA.










BIBLIOGRAFÍA

http://www.dmedicina.com/
http://www.wikipedia.org/
http://www.netdoctor.es/
Enciclopedia práctica de Enfermería.




IMÁGENES

http://www.google.es/
Enciclopedia práctica de Enfermería.

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